Su forma reduce la presión en cada punto de la cabeza de 40g/cm2 a 10g/cm2. En otras palabras: 4 veces menos presión por centímetro cuadrado. De esta forma, el crecimiento del cerebro no encontrará obstáculos y la cabeza podrá crecer con su forma natural. El cojín tiene una estructura tridimensional de poliéster, dejando el 94% del espacio libre para la circulación del aire, lo que tiene múltiples ventajas: La más importante es la seguridad, ya que, en caso de que el bebé se dé la vuelta o el cojín le cubra la cara, podría continuar respirar a través de esto. Brinda el soporte necesario siendo suave y delicado al tacto. Está certificado para estar en contacto directo con la piel del bebé. Si quieres proteger la cabeza de tu bebé, este es sin duda el método más económico y menos traumático. En comparación con otros sistemas que limitan la movilidad del bebé, esta almohada permite la libertad de movimiento del bebé, fortaleciendo así los músculos del cuello, condición muy importante para recuperar la forma redondeada de la cabeza.